La nacionalización de los hidrocarburos bolivianos no sólo cambió el panorama para las petroleras en ese país. Sus pares en Argentina buscarían una modificación del pacto de congelamiento de precios alcanzado con el gobierno de Néstor Kirchner, que mantiene fijo el valor de los combustibles hasta fines de año.
Los expendedores de gas natural comprimido (GNC) ya dieron el primer paso, asegurando que el cambio en las reglas del juego en Bolivia podría significar un aumento del precio mayorista del gas en un nuevo convenio de importación, según el diario El Cronista. Esto anularía el convenio de precios alcanzado en febrero, que forma parte del programa adoptado por Kirchner para controlar la inflación.
El precio del gas boliviano importado por Argentino registraría un importante incremento de al menos US por millón de BTU (Unidad Térmica Británica). Actualmente Argentina paga US,3 por millón de BTU, pero las empresas extractoras de gas dentro de territorio trasandino sólo pueden cobrar US por millón de BTU.
Para el ex presidente de YPF y ex secretario de Energía de Argentina, Daniel Montamat, el gas boliviano se va a convertir en el referente para el precio y el gobierno va a trasladar la diferencia a las cuentas públicas.
“A largo plazo este divorcio de precios traerá como consecuencia que Argentina cada vez va a importar más. Y habrá un momento en que las cuentas públicas entrarán en crisis”.
En el corto plazo, sin embargo, “Si el suministro de Bolivia no se altera, los cortes a Chile van a ser parecidos a los del año pasado, o quizás un poco más según cómo esté el clima en Argentina este invierno”.
Fuente: Diario Financiero.