El Presidente de Bolivia, Evo Morales, descartó que la nacionalización de los hidrocarburos decretada por su gobierno el lunes pasado se convierta en una confiscación o expropiación a las empresas extranjeras, que, sin embargo, verán reducidas sus ganancias.
En entrevista con la cadena multiestatal regional Telesur, Morales aseguró que «no hay ninguna confiscación, tampoco expropiación a los bienes de las empresas petroleras, sus instalaciones siguen siendo de las empresas», y afirmó que sólo se trata de una «nacionalización de los recursos naturales».
En efecto, desde el 1 de mayo pasado el Estado boliviano tiene el control absoluto de hidrocarburos en boca de pozo del país, y Morales apuntó que los bienes siguen siendo de las empresas petroleras, que seguirán produciendo en Bolivia, pero no ganando como antes.
«No estamos expulsando a ninguna empresa, pero sí ganarán poco, esperamos que sigan siendo socios, pero si no respetan estas normas haremos respetar con la fuerza política esta decisión, que se subordina a las leyes bolivianas», advirtió.
El Mandatario admitió que la decisión de nacionalizar los hidrocarburos dejará, en algunos casos, el 82% de regalías al Estado boliviano, pero apuntó que «hemos estudiado (el tema) y con 18% (de regalías) ganan todavía, con 10% todavía gana la empresa y aquí no estamos cometiendo ningún abuso».
Morales también aseguró que el Estado boliviano va a tomar el control absoluto de la exploración, comercialización, explotación y medidas de industrialización de los recursos de hidrocarburos y que además existen «muchas negociaciones para industrializar el gas natural» boliviano.
De paso, el jefe de Estado también negó que sus colegas Hugo Chávez, de Venezuela, y Fidel Castro, de Cuba, le hayan asesorado para tomar la medida de la nacionalización.
«Jamás. Ellos no sabían absolutamente nada», precisó. «Fue un equipo técnico de seis personas las que tomamos la decisión y fijamos la fecha» del 1 de mayo, para dictar el decreto, indicó a la cadena televisiva.
Fuente: Emol.