«El secretario de Energía trasandino, Daniel Cameron, confirmó la información entregada por los productores en el sentido de que, al menos por el momento, no se prevé que los representantes de organizaciones sindicales de Argentina pudieran adoptar medidas de fuerza».
Con esta frase, el Gobierno chileno salió a blindarse frente a la amenaza de una situación de suministro cero de gas desde el país vecino, debido a las exigencias laborales de los sindicatos gasíferos trasandinos.
Durante la tarde de ayer, el secretario ejecutivo de la CNE, Rodrigo Iglesias, se comunicó con Cameron y con los productores trasandinos tras la amenaza sindical en la provincia de Neuquén, zona desde donde se abastece a las distribuidoras de gas y a las generadoras eléctricas de la zona central.
Aunque Cameron garantizó que éste no sería factor para aumentar los recortes de gas a nuestro país, sí informó sobre dificultades técnicas en el yacimiento de Aguada San Roque, lo que acentuó en las últimas horas las restricciones de gas a Chile.
Este yacimiento había sido sometido a trabajos de mantenimiento programado entre el viernes y el lunes pasado; sin embargo, tras este problema el nivel de suminsitro actual es sólo cercano a los 700.000 metros cúbicos de gas por el gasoducto GasAndes; vale decir, más de un 80% de restricción frente a los envíos normales.
Es por esto que todo el parque industrial de Santiago estará hoy sin gas, mientras que el sistema eléctrico deberá operar centrales con diésel, con el fin de priorizar el abastecimiento residencial-comercial, al menos hasta mañana viernes, cuando se espera que el problema en el yacimiento sea resuelto.
En este sentido, Iglesias aseguró que no existe ningún riesgo de falta de suministro para este sector en la Región Metropolitana. «Metrogas nos ha señalado que dispone de gas más que suficiente para cubrir la demanda», dijo.
El tema es sensible para las autoridades nacionales, y ante la amenaza de corte total hubo tensión, ya que si éste se concretaba ayer, el escenario hubiese sido muy complejo, ya que sólo estaban disponibles 2 millones de metros cúbicos de gas en GasAndes -debido a la mantención de pozos en Argentina-, lo que alcanzaría sólo para suplir dos días el consumo residencial de gas.
Y, por otro lado, se hubiese repetido el escenario vivido en noviembre pasado, cuando debido a un conflicto sindical de las petroleras trasandinas se cortó por primera vez el 100% del gas a Chile, desde que comenzó la crisis en 2004.
Ya al mediodía de ayer, la ministra de Minería y Energía, Karen Poniachik, salía a poner paños fríos, indicando que ante la eventualidad existían los respaldos necesarios.
El problema se suscitó por pugnas internas al interior de los sindicatos mencionados, ya que mientras Alberto Roberti, uno de los dirigentes de la Federación de Trabajadores y Petroleros del vecino país (Faspygp), amenazaba con cortes, horas más tarde era desmentido por el secretario general del sindicato, Guillermo Pereyra.
«Esta decisión fue tomada por Roberti en soledad (…) Crear un estado de incertidumbre, no sólo en el gobierno nacional, sino que también en el de Chile, es delicado. La huelga es una medida muy última, y suspender el flujo del gas lo hemos hecho únicamente dos veces», dijo.
Fuente: El Mercurio.