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(Chile) El carbón está de vuelta

Abr 17, 2006

* La crisis del gas argentino ha hecho que el otrora vilipendiado mineral, ahora se transforme en una de las principales fuentes de energía para la generación eléctrica.

A estas alturas es un hecho que el gas natural argentino dejó de ser la “joyita” del sector eléctrico local, y todo indica que el Gas Natural Licuado (GNL) tampoco lo será, y menos las hidroeléctricas de la zona austral, dado todo el revuelo ambientalista que han levantado en estos últimos meses.

Bajo este panorama, y contrario a lo que se pensaba sólo hace un par de años, las miradas apuntan a que el desarrollo de mediano y corto plazo vendrá de la mano de centrales a carbón, energético que cobró una relevancia inusual a fines del año pasado y, en especial, durante la semana pasada en el norte del país, tras el incremento en los recortes del hidrocarburo trasandino.

La razón es simple. El Sistema Interconectado Central (SIC) requiere de la instalación de al menos 400 MW cada año para hacer frente a los requerimientos de demanda, la que crece a tasas de 7%, y considerando los plazos de construcción y que no existen centrales de base importantes en carpeta; la única alternativa viable para entrar en operaciones antes de 2009 son este tipo de unidades.

De hecho, al menos existen dos proyectos a firme. AES Gener -generadora controlada por la estadounidense AES Corp.- que posee en su portfolio las iniciativas de Nueva Ventanas (250 MW) y su filial Guacolda, ya consiguió la aprobación ambiental para la Unidad N°3, la que contará con 200 MW de capacidad instalada. Ambas entrarán en operaciones en 2009, agregando al sistema 450 MW de potencia. Al mismo tiempo, la eléctrica ya analiza la posibilidad de instalar este tipo de centrales (entre 150 MW a 200 MW) en el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING), decisión que se adoptaría antes de fines de 2007.

Pero esto no es todo. Colbún -del Grupo Matte- avanza rápidamente en los estudios de una central carbonera de aproximadamente 350 MW de potencia, la que según la misma eléctrica, “podría entrar en servicio en 2009”. A esta, se suma el anuncio que realizó la semana pasada un actor ajeno al mercado eléctrico, la Compañía de Aceros del Pacífico (CAP), la que lidera la posible instalación, en la IV Región, de una planta que llegaría a los 750 MW, a través de tres módulos de 250 MW cada uno, desembolsando al menos US40 millones.

A lo anterior, podría añadirse un nuevo proyecto en el transcurso de esta semana, iniciativa que lidera otro actor no eléctrico, pero íntimamente ligado al minero.

La misma Comisión Nacional de Energía (CNE) es optimista en cuanto al “rebrote” que tienen las iniciativas a carbón por sobre el resto de las alternativas energéticas. De hecho, si bien en 2003 no incluyó ningún proyecto de este tipo en el Plan de Obras del Informe Preliminar del Precio de Nudo, en marzo pasado agregó iniciativas por un total de 2.485 MW.

Escenario Local

La producción nacional de carbón, a su vez, no ha estado ajena a este boom, pese a que es un hecho, según comenta Patricio Cartagena, actual director nacional del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), que “el carbón chileno tiene una muy baja energía calórica, por lo que para la generación de energía no es muy adecuado y es difícil que las empresas inviertan en él. Además, la industria ha pasado muchos años sin desarrollo, por lo que para reactivarla habría que hacer fuertes inversiones en la materia, y ningún privado se ha acercado a estudiar este tema”.

Sin embargo y como dato, el año pasado la producción local llegó -de acuerdo a la entidad gubernamental- a 732.365 toneladas netas, monto que representó una alza de 207% respecto a 2004, cuando se ubicó en 238.310 toneladas. De hecho, la cifra de 2005 es la más alta desde 1998, cuando pasó de 1,4 millón de toneladas del ejercicio anterior, a las 230.170 toneladas que marcó ese año.

Al mismo tiempo, hay que tener presente que de las 2.950.000 toneladas que se comercializaron en 2005 en el país, 2.547.245 toneladas se importaron de una serie de mercados, principalmente de Indonesia, Australia, Colombia y Canadá; mientras que el aporte local ascendió a cerca de 518.000 toneladas, según señala Enacar (Empresa Nacional del Carbón).

¿Renace el Carbón?

De estas últimas, las estatales -Enacar y su filial Carvile- sumaron 62.989 toneladas de carbón bituminoso; Pirquenes, otros 140.000 toneladas de iguales características, mientras que las restantes 315.000 toneladas (equivalentes a 500.000 toneladas de carbón subbituminoso) por Ingesur, filial del Grupo Catamutún, quien además posee la Compañía Carbonífera San Pedro de Catamutún (CCSPC).

Este grupo es actualmente el principal productor nacional de carbón, y de sus filiales, CCSPC tiene como objeto la prospección, exploración o explotación de una o más de sus concesiones, en tanto, Ingesur está constituida como una sociedad anónima cerrada, cuyo giro principal es la explotación de carbón para generación térmica en Magallanes.

Con estos antecedentes, al menos surge la pregunta de si existe o no la posibilidad de que con la actual demanda y los altos precios internacionales (US5 la tonelada) se viabilicen nuevos proyectos a nivel local.

Nelson Hernández, gerente general de Enacar, asegura que ni siquiera con los actuales valores se rentabilizan las iniciativas, debido a que “los costos de explotación del carbón chileno, sobre todo en la provincia de Arauco, son varias veces sobre el precio que se puede conseguir un carbón importado”.

Es más, al ser consultado respecto a qué nivel de precio deberían colocar el mineral que poseen para hacer viable sus proyectos, explicó “que los costos de explotación actuales están muy lejos de los precios de hoy, alrededor de tres veces ese valor. Es decir, no tiene sentido”. Al mismo tiempo, fue enfático en sostener que la geología de los carbones chilenos es complicada, “es decir, solamente puede ser explotado en la zona de Arauco como mina subterránea. Ahora, los costos de una mina subterránea son altísimos, y no sólo en Chile, sino que en todo el mundo”.

El resurgimiento de la utilización del carbón, señala, está muy relacionado con el tema eléctrico. “Con las leyes cortas, se generaron los incentivos adecuados como para que las empresas invirtieran en plantas termoeléctricas, y por eso, en definitiva no tiene que ver con un tema de producción o disponibilidad de carbón nacional”.

Al analizar el mercado, de hecho, se observa que el sector eléctrico consume cerca del 52% del carbón comercializado, mientras que el metalúrgico, que es el segmento que le sigue, sólo alcanza una participación de 28%. “Enacar vende cerca de 120 mil toneladas al año. Las ventas son a la agroindustria; Iansa, Nestlé y Agrosuper, y a las plantas termoeléctricas, en especial, Central Bocamina de Endesa Chile”, detalló Hernández.

Futuro Promisorio

Pero esta situación podría cambiar, o al menos, mejorar, impulsando nuevamente el desarrollo de la industria a nivel local.

El propio Bruno Philippi, presidente de Sofofa, explicó, en el marco del Seminario “Eficiencia Energética en Chile: Un gran potencial económico, energético y ambiental”, que el único recurso energético importante que tiene nuestro país “es el carbón que existe en Magallanes, y el carbón, contrario a lo que la gente cree, sigue siendo el que genera más del 50% de la energía eléctrica en Estados Unidos”.

De hecho, de acuerdo a antecedentes de mercado, en la XII Región existen cuatro zonas explotables. Las más relevantes se vinculan a Península de Brunswick, donde ya se encuentra en operación la mina Pecket -de propiedad de Ingesur, ex Cocar-, la que según sondajes posee reservas económicamente recuperables por unas 50 millones de toneladas; mientras que la segunda área corresponde a Isla Riesco, la mayor reserva carbonera del país, donde se estima que estas alcanzarían a cerca de 3.200 millones de toneladas.

El análisis que hace Felipe Cerón, gerente general de AES Gener, es mucho más alentador para el potencial que puede llegar a tener este combustible, sobre todo en el uso del sector eléctrico, tras manifestar que “el carbón es la principal fuente de generación de electricidad en el mundo, en particular en Estados Unidos, donde más de la mitad de la generación es a carbón. Reservas de carbón hay para 200 años de consumo actual, y lejos es el combustible fósil más abundante”.

Sostuvo, además, que se han desarrollado tecnologías que hacen a este combustible “cada vez más amistoso ambientalmente, y el desarrollo tecnológico lo ha hecho también más competitivo, pensamos que en generación térmica es lo más competitivo que hay en estos momentos. (…) La energía a carbón es segura, a diferencia de lo que es la hidroeléctrica y también como hemos visto ahora, el tema del gas”.

En línea con lo anterior, según ejecutivos de Electroandina y Edelnor, el costo de generar con carbón es más bajo que producir electricidad con gas natural licuado y diésel, viabilizando futuros proyectos.

La propia CNE asegura, por su parte, que a 2013, sólo el consumo de las centrales térmicas se incrementará nada menos que 80%, al pasar de las actuales 1.525.000 toneladas de carbón a unas 2.750.000 toneladas. Situación que cobra aún mayor sentido si se considera la serie de iniciativas eléctricas que hay a firme y en carpeta, los que sumarán más de 2.485 MW según proyecciones de la misma entidad.
Fuente: Estrategia.

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