Desde el inicio de la protesta, llevada a cabo por 4.000 trabajadores subcontratados, y que comenzó el martes pasado, se produjo un desplome de la producción de crudo de Petroecuador a la cuarta parte de su capacidad promedio de extracción, que alcanza los 200.000 barriles diarios.
El acuerdo, según Jaime Crow, vicepresidente de Petroproducción (brazo operador de Petroecuador), incluyó el pago de US0 millones a las prestatarias de servicios para que cumplan con los salarios atrasados de sus trabajadores y la firma de contratos de largo plazo que podrían ser hasta por tres años, ante la negativa de Petroecuador de incluir a los subcontratados en su nómina.
A su vez, Petroecuador se comprometió a revisar los acuerdos contractuales con sus firmas prestatarias para incluir una cláusula que garantice el pago puntual de sueldos a sus dependientes.
El acuerdo permitió limitar el estado de emergencia, que buscaba frenar la protesta en las provincias amazónicas de Orellana, Sucumbíos y Napo, únicamente a la infraestructura petrolera a partir del lunes, con lo cual se restituirá los derechos constitucionales, como libre asociación y libre circulación, según Crow.
Fuertes pérdidas
Ésta es la cuarta huelga de trabajadores subcontratados -que equivalen a la mitad de la masa laboral de Petroecuador y ejercen una gama de actividades, incluidas las de extracción, que enfrenta Petroecuador en un año.
El paro produjo pérdidas de hasta US8,5 millones para la empresa, cifra que se suma a los ya US27 millones que debe a sus acreedores.
Según Crow, la compañía requerirá al menos dos meses para elevar su producción a su promedio de 200.000 barriles diarios.
Fuente: BBC.