Como una falta de coherencia con el intento de masificar el consumo del gas natural y las conversiones en el sector industrial, calificó la Asociación de Exportadores (Ádex) los últimos incrementos en la tarifa de este combustible. De esta forma, los empresarios manifestaron su preocupación sobre todo por la potestad que tiene la empresa Pluspetrol para ajustar las tarifas del gas natural en función del desempeño de los derivados del petróleo.
Bajo esta posibilidad, señalan los exportadores, cada aumento del petróleo llevará a que el gas natural suba en los siguientes años, lo que incluso posibilitaría que en el mediano plazo el precio de este producto se vuelva inalcanzable para las industrias que lo requieren.
Como se recuerda, Pluspetrol decidió subir su tarifa en boca de pozo en 46% desde inicios de año, lo que tendría un impacto en el precio final a los industriales de 22%. Pero no solo eso, la empresa distribuidora, Cálidda, ha solicitado un reajuste en sus tarifas a Osinerg, pidiendo que se incremente en 34%, lo que tendría un impacto adicional en la tarifa de gas de 1,6% para los consumidores industriales y de 0,9% para los residenciales.
¿No más conversiones?
La inestabilidad en los precios haría que las empresas industriales reevalúen sus proyectos de conversión al gas natural. Según Ádex, lo que se requiere es garantizar que este combustible no tenga aumentos bruscos pues la conversión «implica una inversión cuyo proceso de recuperación debe ser viable y seguro».
El especialista en temas de energía Rafael Laca señaló que tras estos anuncios de incrementos muchas empresas industriales han considerado conveniente reevaluar sus inversiones para pasarse al gas natural, o en todo caso han decidido no hacerlo hasta que haya un panorama más claro sobre cuál será el costo del preciado recurso proveniente de Camisea.
Ádex indicó que estos sucesivos costos no están descritos en los contratos firmados entre la distribuidora y las cerca de 70 industrias que han optado por la conversión. Asimismo no mencionan el límite del precio ni la posibilidad de la reducción del costo del gas natural si es que el precio internacional del petróleo disminuyera.
Según el gremio, en las actuales circunstancias sería conveniente plantear contratos con limitaciones sobre el precio y que establezcan que en caso el petróleo baje, el precio del gas natural también lo haga. «Con un precio tope del gas equivalente a un porcentaje fijo del precio de los petróleos residuales, las empresas sabrán a qué reglas de juego atenerse en el corto, mediano y largo plazo», anotaron.
Fuente: El Comercio.