Pese a que faltan casi dos años para que, eventualmente, se ponga la primera piedra del emblemático megaproyecto hidroeléctrico de Endesa en Aisén, hoy ya no son sólo sectores ambientalistas los que están cuestionándolo, sino también empresarios de otra área clave de la economía: el sector salmonero.
Desde la industria señalan que están en extrema alerta por el impacto ambiental que este plan -que contempla construir cuatro centrales hidroeléctricas en los ríos Baker y Pascua, de la XI Región- puede generar en la zona, la que es considerada clave en la expansión de la industria salmonera nacional.
En efecto, se espera que el sector invierta unos US00 millones en los próximos seis a ocho años sólo en la zona de Aisén, los que deberían llevar a esta región a concentrar el 40% de la producción total de la industria, del 17% que representa hoy.
Hasta ahora, quien ha tomado las riendas de la ofensiva salmonera es Víctor Hugo Puchi, su presidente, y uno de los dueños de la principal salmonera del país: Aqua Chile. Pero las críticas vienen también de otras voces del sector.
El impacto
«El tema no nos es indiferente», afirma una fuente vinculada a la industria, aunque precisa que por ahora la mayoría de las empresas está a la espera de lo que será el estudio de impacto ambiental que presente la empresa de capitales españoles.
De concretarse esta oposición, ya se prevé que desarrolle una campaña similar a la que se realizó contra el proyecto Alumysa de Noranda, que pretendía construir una planta de reducción de aluminio, que implicaría invertir unos US.750 millones, pero que finalmente fue depuesto por la férrea oposición que generó tanto entre ambientalistas como en la industria salmonera (ver recuadro).
«La industria salmonera de Aisén no puede sobrevivir si se instala Alumysa en la zona, pues ambas alternativas son excluyentes», decía en ese tiempo el mismo Víctor Hugo Puchi.
Sin embargo, existe una significativa diferencia entre ambos proyectos: la importancia estratégica que tienen para el país.
Si bien el proyecto de Endesa implica invertir cerca de US.000 millones en su totalidad y la inundación de algunas cuencas de la zona, éste cuenta con el apoyo explícito que le ha dado el Gobierno a la empresa, que ve en este proyecto la alternativa más importante para conseguir una mayor independencia energética, por los cortes de gas natural proveniente desde Argentina.
«Es un crimen contra Chile no usar los recursos hidroeléctricos de Aisén», ha dicho el ministro de Economía y Energía, Jorge Rodríguez.
Por ahora, Puchi -cuya familia posee terrenos en la zona- junto a Juan Pablo Orrego, cordinador internacional de Ecosistemas y comunidades de Aisén, han sostenido reuniones para coordinar su batalla conjunta en contra del proyecto. Orrego tampoco es nuevo en estas lides. Él fue uno de los líderes de la oposición a otro de los planes clave de Endesa: la central Ralco.
Alumysa
El proyecto Alumysa contemplaba la construcción de una enorme planta reductora de aluminio a 4 kilómetros de Puerto Chacabuco (XI Región). Para su edificación, la empresa había proyectado la construcción de tres centrales hidroeléctricas en la zona, un puente, un puerto, 85 kilómetros de líneas de transmisión eléctrica, 95 kilómetros de caminos, entre otros. Este plan representaba una inversión cercana a los US.750 millones, lo que correspondía a la inversión extranjera más importante que se haría en la historia del país.
Fuente: Emol.