La Comisión Nacional de la Energía (CNE) rechaza una parte del pacto entre Gas Natural e Iberdrola para la compra de activos en caso de que prospere la oferta de compra (OPA) de la primera sobre Endesa.
En su maratoniana reunión del pasado martes, el organismo regulador decidió recomendar al Gobierno que vete la parte del acuerdo que afecta a la venta de centrales eléctricas, y que fomente el crecimiento de un tercer competidor en el sector, que podría ser Unión Fenosa.
El dictamen de la CNE se refiere a cuestiones que pueden afectar a la competencia y, a diferencia del realizado el pasado 8 de noviembre sobre el ámbito de actividades reguladas (distribución y transporte de gas y electricidad), no es vinculante. Sin embargo, es una de las bases que, junto con la resolución del Tribunal de Defensa de la Competencia, el Gobierno tendrá en consideración para decidir a mediados de febrero si autoriza o no la integración de ambas empresas.
Condiciones
El acuerdo Gas Natural-Iberdrola establecía la venta de activos de distribución, y generación en España y otros países europeos y la cesión de 1,25 millones de clientes de gas. Gas Natural esperaba ingresar entre 7.000 y 9.000 millones de euros (1,16 y 1,5 billones de pesetas). El acuerdo prevé la venta de centrales de Endesa con una potencia de 3.100 MW -As Pontes (A Coruña) y Andorra (Teruel), de carbón, y Foix, en Cubelles (Barcelona), de fuel-. El dictamen de la CNE incorpora otros 1.200 MW.
Desde un inicio, se ha dado por descontado que las autoridades de la Competencia permitirían la participación de otras firmas energéticas en la compra de activos para aprobar la integración o bien que limitarían las adquisiciones a realizar por parte de Iberdrola.
Gas Natural e Iberdrola han defendido siempre la validez del acuerdo y han recordado que tiene precedentes en concentraciones llevadas a cabo en otros sectores en Europa. En todo caso, un portavoz de Iberdrola aseguró ayer que el dictamen, de ser asumido por el Gobierno, afectaría «sólo al 10% del contenido del acuerdo», ya que no veta las compras en Francia e Italia o las que afectan a distribución y a Baleares.
El informe del consejo recibió el respaldo de los cuatro vocales propuestos por el PSOE -incluida al presidenta del organismo, María Teresa Costa- y el designado por ERC. Los cuatro del PP votaron en contra, aunque dos de ellos, María del Carmen González Rozado y José Sierra, estuvieron con la mayoría en tres de los cuatro apartados que fueron sometidos a votación. En esos tres casos, el resultado fue de siete a dos.
Al final, a causa de su discrepancia por las condiciones que había que imponer en redes de gas y electricidad, González y Sierra optaron por sumarse al voto negativo de los otros dos consejeros del PP, según fuentes próximas al organismo. Esta evolución del sufragio demuestra que el debate en el seno de la CNE se centró en aspectos técnicos, no políticos, dijeron fuentes del sector.
El ministro de Industria, José Montilla, manifestó ayer en el Congreso que «al PP no le hacen falta informes porque tiene una opinión prefijada de antemano» sobre la OPA. Aseguró que el Gobierno no se manifestará «hasta que no conozca y evalúe todos los informes, que hasta ahora son favorables».
Montilla recordó que en el 2003 el Gobierno, entonces del PP, se opuso a la OPA de Gas Natural sobre Iberdrola y que el consejo del CNE, dominado por consejeros populares, abortó la operación pese a que «los servicios técnicos emitieron tres informes favorables a la OPA».
Fuente: El Periódico de Catalunya.