La constructora brasileña Camargo Corrêa se está enfocando en tres proyectos hidroeléctricos en Latinoamérica como parte de planes por aumentar su negocio en el sector eléctrico, dijo a BNamericas su director internacional, Carlos Fernando Namur.
La empresa está ofertando por el proyecto hidroeléctrico de 2.160MW Tocoma, en Venezuela, preparándose para ofertar por el de 1.200MW La Parota, en México, y está avanzando en los estudios del proyecto de 1.800MW Garabí, ubicado en la frontera de Paraguay y Argentina.
La eléctrica colombiana EPM acaba de adjudicar un contrato de US49mn para construir el proyecto hidroeléctrico de 600MW Porce III a un consorcio del que Camargo Corrêa posee un 50%. Camargo Corrêa tiene socios colombianos en dicho emprendimiento y, en general, la empresa brasileña buscará socios para sumar competencia, según Namur.
La empresa es capaz de cumplir con todos lo requisitos de la precalificación de Tocoma por su cuenta, por lo que aún no busca asociarse; y en el caso de La Parota, en estos momentos están «concluyendo un acuerdo con un socio local», precisó Namur, quien prefirió mantener en reserva el nombre de la empresa.
En abril de este año, Camargo Corrêa compró a la argentina Loma Negra, que además de su negocio cementero también tiene participaciones en construcción, concesiones ferroviarias y tratamiento de desechos. La electricidad de Garabí abastecería a Loma Negra y a otras empresas de la pujante economía argentina, acotó Namur.
Camargo Corrêa no limita las nuevas inversiones a proyectos de generación hidroeléctrica en Latinoamérica, dado que la empresa también se ha adjudicado concesiones de líneas de transmisión y remodelaciones de centrales eléctricas en Brasil y en países de habla portuguesa en África, dijo Namur.
Si bien Camargo Corrêa ha construido una pequeña cantidad de capacidad termoeléctrica, ha construido más de 45.000MW de capacidad hidroeléctrica, y es esta experiencia en el sector eléctrico la que quieren llevar al extranjero.
«Somos una de las mayores constructoras [del mundo] de proyectos hidroeléctricos», precisó Namur. «Existe tanto riesgo que lo que queremos hacer es minimizarlo, por lo que nos centraremos en plantas hidroeléctricas y, por cierto, en construcción pesada como túneles, carreteras, líneas férreas y aeropuertos».
Fuente: BNamericas.