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(Paraguay) Paraguay halla gas y busca petróleo en inhóspita región

Dic 14, 2005

Una mecha solitaria que se pierde en el radiante sol del Chaco paraguayo ha prendido la esperanza de que, en poco tiempo, este pequeño país sudamericano pueda convertirse en un exportador de gas natural. La presencia del hidrocarburo en la inhóspita región al noroeste de Paraguay fue confirmada por representantes de un consorcio liderado por […]

Una mecha solitaria que se pierde en el radiante sol del Chaco paraguayo ha prendido la esperanza de que, en poco tiempo, este pequeño país sudamericano pueda convertirse en un exportador de gas natural.

La presencia del hidrocarburo en la inhóspita región al noroeste de Paraguay fue confirmada por representantes de un consorcio liderado por la firma británica CDS Oil & Gas Group y la estadounidense Morrison Mining, que llevan adelante los trabajos de exploración en el lugar.

Todas las miradas y expectativas están centradas en la única torre de exploración del país, ubicada en el Pozo Independencia III de Gabino Mendoza, un desolado paraje a 900 kilómetros de Asunción y a 30 kilómetros de la frontera con Bolivia, país que posee una de las mayores reservas de gas natural de Sudamérica.

«Hay gas y existe la posibilidad de que haya petróleo. Pero todavía estamos recogiendo información técnica, porque hasta ahora trabajamos reprocesando datos de hace 30 años», dijo a periodistas Daniel Morrison, representante del consorcio, durante una visita a la zona.

«El hecho de que exista gas muestra que hay un sistema generador de hidrocarburos, y si hay gas puede existir petróleo también. Estamos viendo ambas posibilidades», agregó.

La torre de 30 metros de altura que sobresale en el llano paisaje chaqueño alberga a un equipo excavador de un centenar de operarios, que comenzó a trabajar hace 20 días y ya alcanzó una profundidad de 1.400 metros de los 3.200 metros que espera explorar en los próximos dos meses.

«No podemos todavía cuantificar la cantidad de la reserva, pero según los técnicos hay indicios importantes de la existencia abundante de gas», dijo el ministro de Obras Públicas, José Alberto Alderte.

Los estudios iniciales demorarían entre 30 y 60 días en ser concluidos. A partir del resultado de los mismos, se procedería a la excavación de pozos similares cercanos al Independencia III para triangular la veta y poder cuantificar el volumen de gas natural existente.

Hasta el momento, el consorcio ha invertido unos US millones en los trabajos.

De la ilusión a la esperanza
Las buenas nuevas del Chaco llevaron al presidente paraguayo, Nicanor Duarte Frutos, a visitar el Independencia III.

«Estamos pasando de la ilusión a la genuina esperanza, porque es posible que el Paraguay en el futuro se convierta en el principal productor de gas de la región», dijo con optimismo el mandatario.

«Esta esperanza concretada habrá de permitir a nuestro pueblo un salto cualitativo, un paso hacia mejores niveles de vida, porque sabemos lo que puede implicar la producción del gas para un pueblo que necesita de mucha pujanza en su economía», agregó.

El entusiasmo oficial contrasta con la cautela de los técnicos del consorcio, quienes insisten en esperar hasta que los estudios estén concluidos para dar informaciones sobre los volúmenes encontrados.

En Paraguay, que importa la totalidad del petróleo que consume, la búsqueda de hidrocarburos se remonta a 1947. Desde entonces han sido perforados poco más de 50 pozos, la mayoría en la región chaqueña, que limita con ricos yacimientos de Argentina y Bolivia.

Los contratos de concesión para la exploración de hidrocarburos aumentaron notablemente en los últimos dos años. Las autorizaciones abarcan actualmente unas 26 millones de hectáreas, contra las 40.000 hectáreas registradas en el 2003.

De confirmarse las expectativas oficiales, la explotación de gas natural podría significar importantes ingresos para el país, que no utiliza el producto y podría destinarlo enteramente a la exportación.

El único energético gasífero usado por los paraguayos es el Gas Licuado de Petróleo, que es importado en un volumen cercano a las 800.000 toneladas mensuales desde Argentina y Bolivia.

«Si hablamos de gas, un volumen de 10 millones de pies cúbicos puede ser algo rentable», aseguró Morrison.

Fuente: El Comercio, Perú/Reuters.

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