Las movidas de las compañías de distribución eléctricas para aplicar tarifas flexibles a sus clientes residenciales son vistas con buenos ojos por parte de la autoridad, y abren la puerta a posibles modificaciones regulatorias que permitan su presencia explícita en la ley.
La primera en partir con este sistema fue Chilectra, que desde 2001 está trabajando en él en forma experimental, pero que desde agosto lo está ofreciendo en forma masiva. De hecho, hoy ya cuenta con cerca de 5.000 clientes suscritos al plan «Tarifa Hogar Plus» (ver inforgrafía), de los cuales cerca del 20% los ha conseguido en el último mes, y la previsión es poder alcanzar los 15.000 clientes hacia 2007.
«El propósito es darles cabida a distintos tipos de consumo y apuntar hacia la eficiencia energética», dice el gerente de regulación y gestión de energía de Chilectra, Guillermo Pérez, quien también apunta a un tema clave: «esto de la tarifa flexible es un concepto que queremos que la autoridad recoja y oficialice».
Desde la autoridad, el tema es visto de forma positiva, aunque con grados de cautela.
La superintendenta de Electricidad y Combustibles, Patricia Chotzen, señala que lo que la compañía está ofreciendo es «un incentivo para desplazar el consumo hacia horarios de menor demanda a través de tarifas diferenciadas. Esto lo hemos visto factible en la medida en que el precio final para el cliente no sea mayor al que permite la ley. Si se mantiene este principio, no hay dificultad».
En tanto, desde la Comisión Nacional de Energía (CNE) señalan que se trata de un buen paso y que apunta a una tendencia que se da en otros sectores como la telefonía, enfocado también a un desarrollo comercial mayor del sector.
Sin embargo, en ambos organismos reconocen que el tema de crear una legislación especial que incluya de manera explícita esta flexibilidad tarifaria en la regulación aún no se ha estudiado, pero advierten que en este caso los privados pueden estar dando el primer paso para que eso se produzca.
Fuente: Emol.