Las importantes demandas eléctricas obligaron a diseñar y materializar obras que revelaron finalmente la existencia de cuatro sistemas eléctricos en Chile continental, más uno en Chile insular (Isla de Pascua).
Pero es consenso que en nuestro país son el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) y el Sistema Interconectado Central (SIC) los que representan los mayores desafíos al tratarse de los sistemas que concentran mayor cantidad de clientes; y así también, cada uno se presenta con sus propias complejidades y realidades.
En el caso del SING, hoy el sistema se revela eminentemente térmico. Se trata de una red eléctrica que tiene como objetivo primordial la alimentación de energía de la principal actividad económica que se da en la zona y que trasciende a nivel nacional, cual es la minería. Hoy el SING tiene una capacidad instalada que excede la demanda, pero los anuncios de inversión de algunas compañías mineras (proyectos que de todas formas viven momentos cruciales a la espera de su materialización) ratifican que en el mediano y largo plazo esa capacidad debe incrementarse en forma importante para hacer frente al nuevo consumo minero.
En el caso del SIC, se trata de un sistema cuyo componente principal debiese ser el agua. Sin embargo, hoy vemos que el componente térmico y el ingreso de energías renovables están desplazando a la hidroelectricidad, producto de la sequía que aqueja al país desde hace algunos años. De todas formas, entre otros temas, en el sistema, uno de los principales problemas a resolver es el de la transmisión.
En ambos sistemas vemos que los desafíos que deben sortearse están definidos ¿Por qué Chile, a pesar de esta claridad, enfrenta una coyuntura estratégica respecto de su futuro? Instancias de análisis de alto nivel han existido en los últimos años; cabe recordar –por ejemplo− la labor realizada durante este periodo de Gobierno por la Comisión Asesora para el Desarrollo Eléctrico (CADE) y las propuestas que realizó y cuyos resultados aún están en espera.
A esta labor se suman una serie de instancias privadas, como el Foro SING (del Grupo Editorial Editec), y donde ha quedado claro que el desarrollo minero pasa por contar con un suministro seguro y a un costo bajo, el que se produce con uno de los precios más caros del mundo. A su vez en la reciente primera versión del Foro SIC en Concepción (también de Editec), se analizaron las vías de inyección y retiro de energía como principal problemática del sistema que se extiende desde Taltal hasta Chiloé, el que concentra el 93% de la población del país. Finalmente, todo el panorama energético converge en la Conferencia ElecGas, donde los actores más relevantes han abordado los aspectos técnicos, de servicio, económicos, y de suministro.
Luego de todos los años de análisis y discusión, parece estar en el ánimo general la esperanza de que se tomen de una vez resoluciones y que el sector energía de nuestro país, la autoridad y los sectores políticos, logren acuerdos en torno al futuro de la matriz energética chilena, especialmente en cuanto a la mejor forma de llegar con suministro eléctrico, en las mejores condiciones de seguridad y precio.
El contexto de las próximas elecciones presidenciales ha puesto el tema en el tapete y con fuerza, como se ha visto en los últimos foros. Es de esperar que este ánimo de dialogar a este nivel produzca efectos positivos y que las nuevas autoridades efectivamente pongan entre sus prioridades la resolución de las dificultades energéticas.