Consejo resolutivo de ASDIT se reúne en Antofagasta y aprueba hoja de ruta para implementación del ITL

“Tenemos una visión descentralizada de la innovación, y nuestra propuesta tiene un fuerte arraigo en Antofagasta”, manifestó el director ejecutivo de ASDIT, Víctor Pérez.


Compartir:

El pasado 14 de abril, se realizó el Consejo Resolutivo de la Asociación para el Desarrollo del Instituto de Tecnologías Limpias (ASDIT), en Antofagasta, para liderar el ITL. Se trata del primer encuentro del consorcio, desde que Corfo le adjudicó la implementación del Instituto Chileno de Tecnologías Limpias (ITL).

En la oportunidad, representantes del mandatario -que es la Corporación Alta Ley- junto a los de todos los mandantes, aprobaron la hoja de ruta presentada por el director ejecutivo de ASDIT, Víctor Pérez, donde están los objetivos, desafíos y próximos pasos a seguir en la puesta en marcha de la implementación del ITL en Antofagasta.

En este contexto, Víctor Pérez, destacó los ejes centrales de la propuesta: “Apostamos por la minería y el hidrógeno verde, considerando que Chile tiene la oportunidad única de convertirse en una potencia mundial productora de esta energía limpia y suministrar los minerales esenciales para hacer frente a la crisis del cambio climático. Tenemos una visión descentralizada de la innovación, y nuestra propuesta tiene un fuerte arraigo en Antofagasta, la cual ha sido construida en conjunto con toda la sociedad de la Región de Antofagasta, principalmente por la Universidad de Antofagasta, la Universidad Católica del Norte y la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA). Y tenemos el compromiso de instalarnos en esta región y generar capacidades de innovación y transferencia tecnológica que beneficie a las industrias instaladas en esta zona, todo esto con las otras 9 universidades que participan en este proyecto, centros tecnológicos internacionales, las industrias de la energía , minería y la cadena de valor de estas industrias, las cuales van a poner en valor el desarrollo de conocimiento generado por estas casas de estudios e instituciones, mediante programas de investigación aplicada, vinculación con empresas y centros de pilotajes y centros extranjeros de investigación”.

“La hoja de ruta diseñada por esta Dirección Ejecutiva y aprobaba por el Consejo Resolutivo pretende dejar funcionando el ITL desde Antofagasta a fines de este año”, añadió.

Junto con ello, manifestó que “el proyecto de ITL plantea un modelo de negocio que privilegia el desarrollo de proyectos que se integren y transformen a la industria que solo se puede implementar de modo colaborativo, pero a la vez compitiendo para elegir a los mejores proyectos para su implementación. Esta apuesta requiere un cambio de paradigma en la forma en que se enfrentan los problemas y se administran los recursos. Este proyecto contempla a su vez, una gobernanza rigurosa y a la vez flexible, que cautele el equilibrio entre los bienes públicos y los intereses de los socios, que regule y evite los conflictos de interés y vele por el espíritu colaborativo y la orientación al mercado de los desarrollos”.

Evaluación de proyectos

En cuanto al criterio de selección de proyectos, Víctor Pérez explicó que “al ingresar una propuesta a evaluación al interior de la gobernanza del Instituto, lo primero que se revisará, dentro de los parámetros inversionales definidos al interior de la gobernanza del Instituto, es ver si cumple con los parámetros de alineamiento con los desafíos de la industria y co-financiamiento respectivo, para luego pasar a la etapa en que el comité de industriales –integrado por expertos en minería, energía y empresas de la cadena de valor de estas industrias, – los que verán el alineamiento del proyecto con los objetivos de los Programas Tecnológicos o Test Beds. El paso siguiente es la evaluación por parte del comité técnico, el cual está compuesto por socios fundadores universitarios, miembros del comité estratégico, el grupo de instituciones internacionales y el director ejecutivo del ITL. Con el visto bueno de ellos, el proyecto sigue a la aprobación final que otorga el directorio del ITL para su ejecución y financiamiento. En caso de que no sea aprobado el proyecto, los comités revisadores le entregarán una retroalimentación positiva a los postulantes, para que puedan mejorar la propuesta y la puedan presentar de nuevo en caso de que les interese y se den las condiciones”.

“El Directorio del ITL estará compuesto por 3 socios industriales, 1 socio universitario, 2 miembros designados por el Gobierno, un miembro designado por el estamento Alta Ley-Asociación de Industriales de Antofagasta y un miembro, sólo con derecho a voz, de las instituciones tecnológicas internacionales Fraunhofer y CSIRO”, aseguró.

De igual forma, ya están definidos los parámetros de selección y de financiamiento de los proyectos ITL, algunos de ellos son: rango de proyecto en Technology Readiness Level (TRL) o escala de madurez tecnológica 5+ a 8; alineamiento con los núcleos estratégicos del Instituto, alineamiento con los Programas Tecnológicos del ITL; formación de capital humano tecnológico, alineamiento con las necesidades de la industria, de la región, del país y del mercado global y el impacto social a nivel regional y/o nacional, entre otros.

Es importante recordar que la propuesta de ASDIT fue encabezada por la Corporación Alta Ley en calidad de mandatario, y las universidades chilenas: Universidad de Antofagasta, Universidad Católica del Norte, Universidad de Tarapacá, Universidad de Chile, Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad Católica de Valparaíso, Universidad Técnica Federico Santa María, Universidad de Santiago, Universidad Adolfo Ibañez, Universidad de Talca y Universidad de Concepción como mandantes. A ellas se suman las Asociación de Industriales de Antofagasta, los institutos internacionales CSIRO, Fraunhofer y las principales empresas mineras y energéticas que operan en la región de Antofagasta en calidad de mandantes.

Temas relacionados