Porsche establece cuatro récords en el autódromo de Interlagos

El Taycan se convirtió en el modelo eléctrico más rápido en la pista del José Carlos Pace.


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Inspirándose en los múltiples récords que ha establecido Porsche a lo largo de su historia en el mítico trazado Nordschleife de Nürburgring (Alemania), Porsche Brasil decidió escribir su propia historia en el famoso circuito de Grandes Premios de Interlagos.

Para hacerlo en grande, no lo intentó con un solo auto de producción en serie sino con cuatro: 911 Turbo S, Panamera Turbo S E-Hybrid, Taycan Turbo S y Cayenne Turbo GT. Todos ellos tenían el equipamiento original de fábrica. El cronometraje lo hizo Racing Crono, empresa que tiene a cargo el cronometraje de la Porsche Cup Brasil.

El objetivo no era solo establecer nuevas marcas en el ‘Templo del Automovilismo Brasileño’ para validar las virtudes deportivas de los deportivos alemanes, sino establecer récords en cuatro segmentos muy diferentes: el Panamera se convirtió en el plusmarquista en la categoría sedanes, el Taycan es ahora el modelo eléctrico más rápido en la pista del José Carlos Pace y el Cayenne Turbo GT posee el récord para Vehículos Utilitarios Deportivos (SUV). Además, el Porsche 911 Turbo S consiguió el récord absoluto de autos de serie para el circuito.

El piloto que logró establecer los cuatro nuevos récords, Max Wilson, es un conocedor de la marca y de sus autos. Coordinador técnico de la Porsche Cup Brasil y comentarista de Fórmula 1 en TV Bandeirantes, tiene una amplia trayectoria en el automovilismo deportivo. Fue piloto de pruebas del equipo Williams en F1 (1998-1999), disputó el campeonato de la Fórmula Indy (2001) y fue campeón brasileño de Stock Car (2010).

Rendimientos en pista

Wilson entró primero a la pista paulista con el Cayenne Turbo GT y dio una vuelta al trazado de cuatro kilómetros y 309 metros en 1:48.493 minutos. El conjunto formado por el motor V8 biturbo de 3996 c.c. y 640 CV de potencia y la tracción total permanente permitió romper el récord en más de 6 segundos.

Aunque el Cayenne Turbo GT es un SUV, sentí que conducía un auténtico auto deportivo. Es rápido, dobla muy bien y tiene gran potencia. También destacaría su capacidad de frenado: llegué a más de 260 km/h y frené tras la señal de 150 metros de la recta principal. Y eso está muy bien”, dijo el piloto, poco después de marcar el tiempo y regresar a boxes.

El Panamera Turbo S E-Hybrid, equipado con un motor V8 biturbo de 3996 c.c. que entrega 571 CV, combinado con uno eléctrico de 136 CV –potencia combinada de 707 CV– registró un tiempo ligeramente inferior: 1:48.330 minutos. Wilson se bajó emocionado del sedán deportivo: “Hay dos aspectos que merecen ser destacados: el primero de ellos es la combinación de potencia y par del motor de combustión con el eléctrico. El resultado es brutal. Y el segundo es el gran tamaño de este sedán. ¡Estamos hablando de un automóvil de 2,3 toneladas! ¿Cómo puede ser tan rápido, frenar tan bien y ser tan estable?”, se preguntó Wilson.

A la hora de probar el Taycan, Max Wilson no ocultó sus expectativas, precisamente por las aceleraciones y la recuperación visceral que ofreció el par motor (1050 Nm). “Debido a que es un automóvil eléctrico que tiene una curva de par plana, te ofrece respuestas muy rápidas”, dijo el piloto.

Alcanzaba los 250 km/h al final de la recta y era muy estable en las curvas de alta y baja velocidad. Ahora, lo más impresionante es la capacidad de frenado del auto, a pesar de que pesa casi 2,3 toneladas”. Y el Taycan no defraudó. Con 625 CV (761 CV en modo overboost), completó los 4309 metros de la pista de Interlagos en 1:49.828 minutos.

Después llegó el turno del auto deportivo por excelencia. El Porsche 911 Turbo S, equipado con el motor bóxer turboalimentado de seis cilindros y 3745 c.c. que entrega 650 CV de potencia y un par motor de 800 Nm, ya daba por sentado que haría un tiempo sobresaliente. Pero el tiempo de vuelta sorprendió a todos: 1:43.087 minutos. “Todo el conjunto es exquisito, pero lo que más impresiona es el motor”, dijo Wilson.

“Alcanza una velocidad máxima cercana a los 280 km/h al final de la recta… Es increíble como jala en las salidas de curvas cerradas, como Pinheirinho y Bico de Pato. Mérito de la tracción total permanente”, añadió.

Recordando que en el pasado había pilotado un Porsche Turbo de competición, en esta ocasión acabó “matando la nostalgia”.

El tiempo de vuelta del Porsche 911 Turbo S, un automóvil sin ninguna preparación y con todo el equipamiento de serie, fue solo un par de segundos más lento que los autos de la Serie Stock Car Pro en Interlagos (1:41 minutos). “Si mantienes las características originales del 911 Turbo S y le pones neumáticos slick, con seguridad que el tiempo de vuelta baja a 1:39 minutos”, aseguró el piloto.