Subestación móvil, una apuesta para un futuro no tan lejano

El Plan de Expansión de la Transmisión que impulsa el Coordinador Eléctrico Nacional contempla licitar la primera obra de este tipo en la Región Metropolitana, lo cual –a juicio de los especialistas- implicaría beneficios en flexibilidad y eficiencia de costos.


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La construcción de una subestación eléctrica móvil es una de las principales novedades del proceso de licitación pública, a nivel nacional e internacional, que impulsa el Coordinador Eléctrico Nacional para un total de 52 obras de transmisión, lo cual es destacado a ElectroMov por los especialistas del sector, por considerar que este tipo de instalación entregaría una mayor seguridad en el suministro.

Según los expertos la incorporación de este activo en el sistema eléctrico local también aportaría flexibilidad en la operación y una mayor eficiencia de costos.

Características

Cristian Hermansen, gerente de Actic Consultores, explica que este tipo de subestación es una plataforma “en la que se instala un transformador de poder, sistemas protecciones eléctricas y equipos de conexión, servicios auxiliares, cables y tableros de control, entre otros, de tal manera de que pueda ser utilizada en distintas zonas”.

Según Julio Quezada, gerente de Ingeniería de Rhona, la principal ventaja de estas instalaciones radica en que son unidades compactas, “pero de diseño robusto, ya que son sometidas a los esfuerzos de traslado con mayor frecuencia que los equipos normales. Son subestaciones que están disponibles para ser instaladas rápidamente ante una emergencia o salida programada de un transformador”.

El ejecutivo explica que la capacidad de estos equipos “dependerá de la flexibilidad que se requiera para su transporte y la que contemplen las especificaciones respecto a un transformador estándar”.

“Para transitar por carretera sin permisos especiales se requiere que el conjunto total, incluyendo el camión, pese menos de 45 toneladas, lo que es difícil de lograr en unidades mayores a 15 MVA, siendo esta una potencia baja para algunas compañías eléctricas. Una solución de 30 MVA podría alcanzar las 60 toneladas aproximadamente, donde sería necesario un permiso del MOP cuando circule por carretera”, agrega Quezada.

Ventajas

De acuerdo con los especialistas, las subestaciones móviles presentan el principal beneficio de otorgarle seguridad y eficiencia a la operación del sistema de transmisión.

“Estas instalaciones dan una mayor seguridad en caso de fallas, porque si falla un transformador, el reponerlo puede tomar meses, con todo un proceso de fabricación e importación que puede tomar hasta un año”, afirma Cristian Hermansen.

Añade que otro punto positivo es que permiten contener costos, “evitando tener transformadores de respaldo en las subestaciones, razón por la cual con su incorporación para la expansión se tendrían menores tiempos de reposición del servicio”.

“Por ejemplo, si es necesario mover uno de estos equipos de una subestación a otra, su traslado puede llevar días, pero teniendo el transformador en una plataforma móvil es posible llevarlo a dónde se necesita”, plantea el ejecutivo.

Esto es compartido Julio Quezada, pues es “una alternativa económicamente conveniente, ya que no necesariamente se debe disponer de un transformador adicional en cada patio, pudiendo en cambio instalar unidades móviles estratégicamente distribuidas en la zona de concesión”.

Para el académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Técnica Federico Santa María, Raúl Rendic, otra ventaja de las subestaciones móviles “es su rápida puesta en servicio – menos de 24 horas – lo que implica una muy buena solución para el reemplazo de transformadores dañados o la reposición de una subestación afectada por desastres naturales”.

“Es común que el diseño de un transformador móvil permita su operación en dos tensiones primarias y dos secundarias para tener flexibilidad de aplicación. En Chile hay varias unidades fabricadas localmente de 30 MVA, 110 – 66 / 24 – 14,4 kV, con cambiador de derivaciones bajo carga”, agrega.

Relevancia

Gabriel Olguín, presidente del comité chileno del Consejo Internacional de Grandes Redes Eléctricas (Cigre), señala que si bien existen subestaciones móviles en el país, en el segmento de distribución, “esta es la primera oportunidad en que el Coordinador propone a la CNE un recurso como este en el plan de expansión de la transmisión, el que se administraría para ser utilizado cuándo y dónde se requiere”.

“Esto nace con la Ley de Transmisión 20.936, en que el regulador puede equipar al sistema eléctrico con mecanismo que permitan reducir el costo de operación con nuevas tecnologías y es aquí donde se insertan estas instalaciones, lo que sirve para darle flexibilidad a fin de adaptar el sistema eléctrico a la demanda, entregando al consumidor la energía cuándo este la necesita”, explica el especialista.

Y agrega: “Las subestaciones móviles no existían como un recurso dentro del sistema eléctrico, por lo que habrá que ver el tratamiento regulatorio y la remuneración que tendrá esta instalación, la que de ser aprobada por la CNE se licitará, adjudicará y recibirá una remuneración por dicho activo, pero quién los gestiona y decide dónde ubicarlo es el Coordinador Eléctrico Nacional”.

Para Raúl Rendic la incorporación a futuro de estas instalaciones serán más comunes en el futuro, debido “a los crecimientos explosivos de la demanda, cuando la empresa distribuidora requiera tener capacidad de transformación disponible mientras se construye la subestación convencional o sea necesario reemplazar un transformador fuera de servicio por daño o largo tiempo de mantenimiento”.

En esto coincide Julio Quezada, toda vez que “a medida que el parque de transformadores crece y las exigencias de continuidad operacional son mayores, se espera que haya un aumento en el requerimiento de este tipo de unidades”.

“El mayor desafío es producir una solución eficaz para el sistema donde vaya instalada. Dada la variedad de tensiones de media y alta tensión en Chile, se debe buscar una solución óptima para satisfacer el máximo de requerimientos en un equipo de dimensiones funcionales o útiles”, advierte el ejecutivo de Rhona.

Raúl Rendic concluye que otro reto de estas instalaciones es lograr “una mayor relación capacidad versus peso del transformador utilizando tecnologías que permitan operar con materiales a mayor temperatura y diseños más livianos. A modo de referencia, un transformador móvil de fabricación nacional de 30 MVA montado en un tráiler de 4 ejes tiene un peso de 60 toneladas incluido el camión tractor”.