Proyecto “made in Chile”: con inteligencia artificial buscan optimizar la operación de vehículos eléctricos

Minimizar el impacto de la degradación de las baterías ion-litio es uno de los objetivos buscados.


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Elaborar un sistema de control de costos de operación de vehículos eléctricos, minimizando el impacto de la degradación de las baterías ion-litio en una flota destinada al sector agroalimentario, es el objetivo del proyecto que desarrollará la Universidad Tecnológica de Chile Inacap, Sede Osorno.

La iniciativa, de dos años de duración y cuyo costo total es de $321 millones aproximadamente, de los cuales Conicyt financia $195 millones, busca desarrollar un modelo de inteligencia artificial para optimizar los costos de operación de vehículos eléctricos.

Una de las particularidades del proyecto, que  se realizará en conjunto con el Centro de Energía de la Universidad de Chile, es que considera la participación de diversos tipos de entidades y empresas, de forma de considerar las características y requerimientos en materia de electromovilidad que poseen distintos usuarios.

Uno de ellos es Cooprinsem, una cooperativa agrícola que está presente de Talca a Coyhaique, que agrupa a una serie de agricultores de esta zona, que están buscando transitar hasta esta nueva tecnología. También participa la empresa de distribución eléctrica Saesa, que posee 10 vehículos eléctricos en Osorno; junto con el gremio panadero Indupan, de Santiago.

 

El ingeniero Felipe Núñez, coordinador de Especialidad del Área Electricidad y Electrónica de la Sede Osorno y líder del proyecto, enfatiza la contribución de este proyecto, debido a que apunta a la generación de una tecnología chilena que solucione algunas de las problemáticas y limitantes que posee actualmente la electromovilidad, cuyo “mayor restricción que tiene para su desarrollo, tanto en Chile como a nivel mundial, es la autonomía, que la entrega la batería, lo que está vinculado con dónde pueden ser cargadas, es decir, la infraestructura disponible”.

Otro punto que es destacado por el especialista es la relevancia de contar con capital humano propio, preparado para integrar las nuevas tecnologías que se están desarrollando. “La electromovilidad tiene una gracia, que desbanca un poco la industria automotriz convencional,  y permite la entrada de nuevos actores, desde países en vías de desarrollo como el nuestro con investigación y desarrollo propios”, expresa Núñez.

Compromiso público privado

Las acciones de la institución dirigidas al desarrollo de y operación de los vehículos eléctricos no son algo nuevo. Es así como en 2017 la entidad suscribió la “Estrategia de la Electromovilidad”, impulsada por los ministerios de Energía, Medio Ambiente y Transporte y Telecomunicaciones.

A ello se suma el hecho que Inacap fue una de las 38 instituciones y empresas que firmaron recientemente un compromiso público–privado orientado a promover la electromovilidad en el país.

En la instancia, el rector (i) de Inacap, Luis Eduardo Prieto, firmó el acuerdo en representación de la institución, donde se establece el compromiso de contar en 2019 con dos nuevos Centros de Excelencia Mecánica y Electromovilidad los que se sumarán a los cuatro que ya operan en las sedes de la entidad académica, junto con potenciar esta materia en los programas de estudio de las escuelas de Mecánica y Electromovilidad y Área de Electricidad y Electrónica.