Pandemia y electromovilidad: llegó la hora del cambio

Felipe Azúa

Equipo Difusión EMUAI.

Desde hace varios meses nuestras vidas son interrumpidas por el Covid-19. Hoy este virus es catalogado como Pandemia a nivel mundial. Ha obligado a muchas regiones y países cesar sus actividades, con cuarentenas de semanas e incluso meses.

Gracias a este confinamiento la contaminación atmosférica ha bajado muchísimo. Países como China, India e incluso Chile se han visto beneficiados por esta disminución tan significativa.

Actualmente, según el Ministerio de Energía, nuestro país ha disminuido en un 21% la polución en el aire. Sin embargo, en el período previo a la pandemia 9 de cada 10 personas inhalaban aire contaminado, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En términos medioambientales, la pandemia ha logrado mucho más avances que las políticas gubernamentales han conseguido en años.

Nos encontramos en una situación única en términos de contaminación atmosférica y es en este punto donde la electromovilidad juega un rol fundamental. Estamos mucho más cerca de conseguir ciudades que no se encuentren apestadas por esta nube negra. La electromovilidad es clave para que todo lo que se ha ganado en este período de pandemia no se pierda de la noche a la mañana. Por ejemplo, un vehículo eléctrico puede llegar a contaminar un 60% menos que un vehículo a gasolina, considerando desde su manufactura hasta su desecho.

Además, la aplicación de modelos económicos basados en economía circular está cada vez más presente en nuestros días. La electromovilidad tiene una inmensa capacidad de sumarse a este cambio, no así los autos bencineros. La posibilidad de reincorporar a la cadena de producción elementos de un vehículo eléctrico obsoleto es altísima, más aún con las nuevas tecnologías que se están desarrollando. Esto hace a la electromovilidad el mejor candidato cuando pensamos en desplazarnos posterior a la pandemia.

Y la verdad, si no se prioriza e impulsa de manera activa la electromovilidad al momento de volver a la nueva “normalidad” no habremos aprendido nada. Todo lo que se ha conseguido en este par de meses se tirará a la basura, condenándonos como especie a un futuro planeta inhóspito. Pudimos saborear un poco de lo que sería nuestro futuro con la electromovilidad, un futuro sin contaminación, un futuro más limpio, un futuro mejor. No dejemos ir esta oportunidad.