El desafío de la conversión energética en el sur de Chile

Matías Vogel

Subgerente de negocios de Saesa.

De acuerdo con el último balance realizado por el Ministerio de Medio Ambiente, entre el 1º de mayo y el 29 de agosto de este año, Coyhaique, Temuco y Osorno fueron las comunas más contaminadas del sur del país. La principal causa tiene que ver con el uso de leña para calefacción que genera altas concentraciones de material particulado, afectando la salud y la calidad de vida de sus habitantes. Y, si bien, el reporte publicado registró que han disminuido los días críticos respecto del año pasado, el problema está lejos de estar solucionado.

Desde Grupo Saesa hemos tomado como desafío contribuir a la descontaminación de las ciudades del sur de Chile. Creemos que la electrificación de consumos energéticos permite una reducción real de las emisiones. Hoy existe el acceso a soluciones que consideran equipos seguros y eficientes, una red cada vez más robusta y confiable, posibilidades interesantes de financiamiento para facilitar la inversión inicial, así como diseño de tarifas especiales o bolsas de energía. La suma de estos factores permite soluciones integrales a costos competitivos, frente a otros energéticos como la biomasa, el gas y otros combustibles.

Un buen ejemplo de lo anterior es el esfuerzo que Grupo Saesa se encuentra desarrollando en Coyhaique. En esa ciudad, a través de nuestra distribuidora Edelaysen, lanzamos la tarifa especial EcoAyre para climatización de aire y agua caliente sanitaria dirigida a clientes residenciales a un valor considerablemente más bajo que la tarifa tradicional. Lo anterior, sumado a la oferta de equipos que ofrece la compañía y su financiamiento, permite proveer una solución de climatización integral, competitiva y libre de emisiones. En paralelo, para otras ciudades del sur de Chile, hemos desarrollado esquemas de bolsas de energía, así como tarifas especiales (EcoSur), destinadas a lograr ahorros de precio en energía para calefacción cuando se supera el límite de invierno.

Con este mismo espíritu, queremos acercar y desarrollar la electromovilidad en regiones. Recientemente inauguramos la primera red de carga pública para vehículos eléctricos en el sur de Chile. Esta red consta, inicialmente, de 15 puntos entre las regiones de la Araucanía y Aysén, con una distancia no mayor a 100 km de distancia entre ellos, los que en total alcanzan cerca de 1.200 km de extensión, transformándose en la red de carga más extensa de Chile. La creación de esta red es un pilar fundamental parar el desarrollo de la electromovilidad.

Queremos que la movilidad eléctrica comience a crear un nuevo estilo de vida, pero para ello es fundamental acercar esta tecnología a la comunidad, otorgándole cada vez una mayor autonomía a los usuarios de vehículos eléctricos. Es por ello que, en esta misma línea, tenemos la posibilidad de poner a disposición en estas mismas ciudades, cargadores para vehículos eléctricos con fines privados (casas) y comerciales (oficinas, centros comerciales), con la posibilidad de financiar los equipos.

Es así como de la misma forma que la calefacción, estamos desarrollando esquemas comerciales que permiten ahorros interesantes para quienes dispongan de un auto eléctrico y que quieran cargarlo en horario nocturno. Con esta acción, nuevamente el espíritu es ofrecer una solución integral de conversión energética, que incluya el equipo confiable, financiamiento de la inversión y costos de operación competitivos.

Sabemos que a pesar de que estos son pequeños avances, aún falta camino por recorrer. Los anuncios de las autoridades con respecto a los corredores eléctricos de transporte público mayor en las capitales regionales han sido un gran anuncio para disminuir las brechas de desarrollo entre Santiago y regiones, y al igual que el resto de las soluciones orientadas a desarrollar comunidades sustentables, queremos también contribuir en estas líneas de acción.

A modo de ejemplo, hace unos meses en Coyhaique pusimos en marcha un plan piloto de taxis colectivos eléctricos (principal medio de transporte público en regiones), que ha permitido acercar la electromovilidad a la comunidad mediante un transporte moderno y limpio. Este piloto ha tenido una excelente acogida por parte de los choferes y los usuarios, demostrando que la electromovilidad en el transporte público menor es una alternativa real que reduce significativamente los costos de operación y contribuye a descontaminar el aire y el ruido de las ciudades.

Estas son el tipo de iniciativas que tenemos que seguir desplegando y expandir a lo largo de todo el país, para permitir un desarrollo nacional y ser un real aporte para un crecimiento equitativo y sustentable de Chile. Sabemos que la lucha contra el cambio climático es una tarea global, pero cada iniciativa cuenta. Por ello, tenemos la responsabilidad día a día de seguir trabajando para promulgar con el ejemplo. Sin embargo, es un trabajo que requiere de políticas públicas que incluyan un desarrollo regional y que promuevan el trabajo público-privado para tener ciudades cada vez más eléctricas, inteligentes, inclusivas, modernas, innovadoras y sustentables con el medio ambiente.