Autos eléctricos: lo bueno y lo no tan bueno

Álvaro Flaño

Presidente de AVEC, Asociación Gremial de Vehículos Eléctricos de Chile.

Siempre prefiero que me den las malas noticias antes que las buenas, por eso partiré comentando las cosas no tan buenas de los vehículos eléctricos, en este caso específico, de los autos eléctricos:

1.- PRECIO

Efectivamente, un auto eléctrico es más caro que uno de combustible fósil, de hecho, un tercio del valor del auto es solo su sistema de baterías, cosa que con el tiempo irá bajando drásticamente porque el principal desarrollo tecnológico estará en las baterías, lo que hará bajar sus costos, así como también lo harán por el aumento de los volúmenes de producción de baterías y vehículos.

2.- DETRACTORES NATURALES

Los Carteles Petroleros, obviamente, ven como se les empieza a arrancar su negocio, donde la movilidad y transporte dependen en más de un 90% de los combustibles fósiles.

Los fabricantes de vehículos a combustión deben pagar sus tremendas inversiones de infraestructura de fabricación y sus investigaciones tecnológicas en autos de combustión convencionales, por lo tanto, los vehículos eléctricos presentan una amenaza, al menos, para su negocio actual.

Los distribuidores, servicios técnicos, fabricantes, distribuidores de repuestos y talleres: Se terminan los altos costos por mantenciones y repuestos, salvo los de carrocerías, frenos y amortiguación. No hay más cambios de aceites ni filtros (tampoco costos ni polución del desecho del “aceite quemado”).

Los gobiernos con sus impuestos a los combustibles. ¿Se imaginan a Estados Unidos sin los ingresos tributarios del petróleo?

La Zona de Confort: en AVEC damos este término a la comodidad de las personas con sus actuales vehículos, cuyo reemplazo implica un real esfuerzo de adaptación y cambio de mentalidad (¿Para qué innovar en algo que me funciona?)

El desconocimiento: todavía no estamos interiorizados en lo que significan los autos eléctricos y aún nadie nos lo ha enseñado. Esto lo vemos a diario con las preguntas que nos hacen: ¿Son muy lentos? ¿Cómo y dónde se cargan? ¿Cada cuánto rato hay que cargarlos? Y muchas otras…

3.- CARGA Y AUTONOMÍA

La carga puede ser un problema, pero depende mucho del uso del auto eléctrico. Piense usted que lo puede cargar en su casa igual que un celular, aunque es más difícil si usted vive en un departamento, pero eso también tiene solución: de hecho ya hay varias inmobiliarias que están considerando la colocación de cargadores en sus estacionamientos de proyectos nuevos.

La autonomía varía de acuerdo con el modelo del auto eléctrico y está relacionada directamente con el tamaño de sus baterías, pero hoy los modelos más básicos tienen, a lo menos, 100 km de autonomía y pueden llegar hasta los 300 km (los modelos que hay en Chile).

Lamentablemente en Chile aún no hay suficientes estaciones de carga que permitan un viaje a más de 200 km de Santiago sin tener que recargar. Pero ya hay una empresa petrolera que a corto plazo piensa colocar estaciones de carga entre La Serena y Concepción y hacia la costa.

Las electrolineras públicas rápidas pueden cargar hasta un 80% de la batería en un lapso de 20 a 30 minutos.

4.- VELOCIDAD Y CONSUMOS

En un auto eléctrico, a diferencia de uno de combustible fósil, los consumos de carretera son mayores. A mayor velocidad, mayor consumo de energía. Y los consumos eléctricos “extras” del auto, como calefacción y aire acondicionado, también van mermando la autonomía.

5.- OBSOLECENCIA TECNOLÓGICA DE LAS BATERÍAS

El mayor desarrollo de los vehículos eléctricos va a estar en las baterías. Cuando compro un auto eléctrico me estoy haciendo cargo de un alto valor en baterías que pronto sufrirá obsolescencia tecnológica. Si bien es cierto, la batería puede durar 8 a 10 años físicamente, la tecnología irá desarrollando muy rápido baterías más económicas, más livianas, de mayor autonomía y de menor tiempo de carga.

 

Pero también están las cosas BUENAS, que son las que hacen disfrutar esta tecnología:

1.- COSTO DE OPERACIÓN Y MANTENCIÓN

El consumo en los autos eléctricos se mide en kWh/km. Lo normal en un auto eléctrico es alrededor de 14 kWh cada 100 km. Si suponemos un costo de kWh de $100 y si suponemos un rendimiento de auto convencional de 13 km por litro, tendremos un 80% en ahorro para el auto eléctrico.

En relación a las mantenciones, hay marcas que las hacen a los 40.000 km y otras cuantas cada 15.000 km.

¿Costo? Desde $40.000 por mantención. Salvo repuestos mayores como pueden ser las baterías que habrá que ver cuánto costarán en 8 años mas.

 2.- BENCINERA EN CASA

Ya lo anticipé, es como cargar un celular, lo dejas en la noche enchufado a la corriente de 220 Volts y se puede demorar entre 5 a 14 hrs. dependiendo del amperaje (potencia) del cargador.

El costo mensual, andando 15.000 km al año seria de menos de $18.000 al mes.

3.- AMBIENTALMENTE SIN POLUCIÓN DE AIRE Y RUIDO

Si bien es cierto, el auto eléctrico no emite polución al aire, al cargarlo con energía eléctrica de la red, hay que considerar la contaminación de esa fuente de generación. Hoy en Chile tenemos entre un 40% y 60% de generación fósil (Afortunadamente cada vez menos carbón). Además, el auto a combustión ocupa un 20% de la energía que quema y, por el otro lado, el auto eléctrico llega al   90% de eficiencia.

No hay ruido de motor, solo en el desplazamiento que es como un zumbido en el aire.

 4.- TORQUE

Los autos eléctricos tienen un torque (pique) altísimo. Por muy básico que sea el auto eléctrico, en los primeros metros se siente su arranque comparable a los autos a combustión de gran motor.

 5.- OTROS VARIOS

Electrolineras son aún gratuitas: así es, la mayoría de las electrolineras públicas aún son de carga gratuita, pero no sabemos por cuánto tiempo más.

Sistema de frenado con regeneración: cuando el auto disminuye la velocidad por perder inercia o está frenando o está en bajada, el sistema eléctrico aprovecha esta energía para regenerar hacia las baterías. Esto da una sensación similar a “enganchar” en un auto fósil. Con esto también se aumenta la autonomía y, como si fuera poco, se ahorra en pastillas de freno.

Sensación de agrado en su conducción: no conozco dueño de auto eléctrico que esté arrepentido de su compra, a pesar de las actuales dificultades.

Si está pensando en un “city car”, no lo dude, su próximo auto debe ser un auto eléctrico.