Las oportunidades que trae aparejado el piloto del vehículo autónomo que se hace en Chile

Nicolás Grandón, coordinador de la Unidad de Ciudades Inteligentes del Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, destaca la importancia de este proyecto con miras a la movilidad del futuro.


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Al interior del Parque O’Higgins se está realizando un proyecto piloto que tiene como objetivo probar el funcionamiento de un bus autónomo, iniciativa que apunta a relevar el rol de Chile en el desarrollo de esta tecnología.

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Nicolás Grandón, coordinador de la Unidad de Ciudades Inteligentes del Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, destaca que este proyecto es muy relevante “porque nos permite ir haciendo pruebas en un contexto nacional de tecnologías que se están probando en países desarrollados y del primer mundo, como Estados Unidos y también algunos de Europa”, haciendo hincapié en que “queremos iniciar la discusión en torno a la movilidad autónoma en el nivel local. Sabemos que hay desafíos en materia regulatoria, también respecto a las responsabilidades frente a un incidente por ejemplo que pueda tener este vehículo, ya sea por un accidente de tránsito”.

Apunta a que a través del piloto se busca “activar una discusión en distintos ámbitos, regulatorio, de seguridad vial, también qué deberíamos estar pensando hoy día para que la movilidad autónoma en el futuro pueda ingresar con mucho menos barreras en el contexto nacional; pero es el inicio de un proceso de aprendizaje que estamos haciendo”.

En ese contexto, comenta que este 2020 la Universidad de Chile se incorpora a la iniciativa como parte de “un proceso de innovación donde queremos trabajar en conjunto con la academia, los estudiantes, con quienes están desarrollando soluciones tecnológicas que puedan atender los desafíos que tiene hoy día la movilidad autónoma”.

I+D para el transporte autónomo

La generación de tecnologías y conocimiento es otro de los lineamientos del proyecto.

Nicolás Grandón comenta que dentro de los países de la región Chile “tiene competencias técnicas bastante competitivas. Hay soluciones tecnológicas que han traspasado las fronteras en materia de soluciones de movilidad. Por lo tanto, creemos que tenemos un ecosistema local de innovación que puede atender estos desafíos. Si somos capaces también de conectar estas competencias y estas soluciones que se pueden desarrollar acá, con aquellas empresas y entornos de innovación que están trabajando en la movilidad autónoma, podríamos ahí también generar un aprendizaje en torno a la generación de capacidades técnicas a nivel local”.

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Vinculado a dicho objetivo, el profesional asevera que “allí la universidad es muy importante en cuanto al rol. Nosotros como Ministerio promovemos y facilitamos que estos espacios ocurran, pero también tenemos que entender que nuestro rol es ir generando la discusión en el ámbito de cómo esto puede cambiar la movilidad en el futuro”.