La inteligencia artificial está dando forma al futuro de la acuicultura

Al diseñar un sistema de IA sofisticado y dinámico, el grupo AKVA tiene como objetivo convertir la acuicultura en una ciencia.


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El cultivo de salmón se ha expandido significativamente en los últimos 30 años, lo que resulta en una huella donde los sitios más adecuados ya se están utilizando y cerca de su máxima capacidad. El crecimiento futuro, entonces, depende de la industria para optimizar los centros existentes y para industrializar aún más los nuevos conceptos tanto en alta mar como en tierra.

Es sabido que la mayoría de los centros de cultivo tienen el potencial de optimizarse aún más en lo que respecta a la mejora de los alimentos y el bienestar de los peces, que en conjunto representan más del 50 por ciento de los costos productivos.

«Si bien las innovaciones anteriores se han centrado en el hardware y la recopilación de datos, descubrimos que el problema no es la falta de datos, sino el rigor y la presión abrumadora para que los productores interpreten esos datos y apliquen correlaciones con la actividad de los peces, patrones de alimentación, datos sensoriales y otra información histórica en tiempo real», subraya Petter Idar Jenssen, SVP Digitalization de AKVA group, en un texto publicado en International Aqua Feed.

Es así como en 2018, el grupo AKVA se asoció con Observe Technologies y formó AKVA Observe para llevar al mercado un nuevo asistente de alimentación inteligente.

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«Al diseñar un sistema de inteligencia artificial sofisticado y dinámico, nuestro objetivo es convertir las prácticas de acuicultura en una ciencia. La respuesta del mercado ha sido increíble y hasta la fecha más de 20 centros de todo el mundo están utilizando esta solución», asegura Jenssen.

Transmisiones de video y datos existentes

Según AKVA, Observe está diseñado «para ser adaptable y capacitar a los productores sin la molestia de introducir nuevos equipos en las balsas-jaula». Es que el sistema aprovecha los flujos de cámaras existentes, los analiza en milisegundos y proporciona una vista estandarizada de la actividad de los peces y la detección de partículas de alimento a diferentes profundidades.

“Mediante la combinación de estos factores, el sistema está aprendiendo tendencias y apetitos basados ​​en la jaula para identificar el volumen óptimo sugerido de entrega de alimentos para saciar en tiempo real. Además, es posible conectar sensores, sistemas de alimentación y otros datos auxiliares para hacer que el análisis sea más completo y admitir una mayor automatización de los centros», explica Jenssen.

Por primera vez, los centros tienen constantes pruebas analíticas y objetivas de cómo reaccionan los peces al alimento y las diferentes condiciones. «A medida que la acuicultura se expande como un sector y se regulan más sitios, los sistemas de inteligencia artificial aprovechan las infraestructuras de la nube para proporcionar análisis de nivel de sitio remoto y detección de anomalías en grados nunca antes vistos», cierra la firma de origen noruego.