Reborn Electric: Conversión de buses diésel a eléctrico es un modelo pensado especialmente para Latinoamérica

Catalina Misleh, jefa de Estudios de la compañía, destaca que “es una solución segura con todos los beneficios de la electromovilidad pero a la mitad de precio de un bus eléctrico nuevo traído de China”.


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Impulsar el desarrollo de la electromovilidad en Chile, por medio de la transformación de vehículos que utilizan combustibles fósiles es uno de los objetivos de la empresa Reborn Electric.

Catalina Misleh, jefa de Estudios de la compañía, señala que “como bien dice el nombre Reborn Electric, Renacer Eléctrico, es una empresa dedicada a potenciar la electromovilidad, con un gran toque de economía circular. Reaprovechando gran parte de los vehículos, que todavía tienen mucha vida útil por delante, obteniendo vehículos 100% eléctricos a un menor valor y emitiendo menos CO2 al momento de fabricarlos”.

La especialista destaca que “el proyecto emblemático con el que partió Reborn Electric fue la conversión del bus con más kilometraje de Metbus a 100% eléctrico, financiado por Enel. Este bus se encuentra en funcionamiento desde mayo de 2018. Desde entonces se han estado haciendo pruebas de manera internas y junto al 3CV, entidad técnica del Ministerio de Transporte. Actualmente, estamos a la espera de la formalización del plan piloto para salir a operar el bus en rutas reales de Red, sin y con pasajeros”.

En esa línea, menciona que “la conversión de buses diésel a eléctrico es un modelo pensado especialmente para Latinoamérica y países en desarrollo, ya que es una solución segura con todos los beneficios de la electromovilidad pero a la mitad de precio de un bus eléctrico nuevo traído de China. Nos encontramos iterando esta solución con una iniciativa de validación y empaquetamiento junto a Corfo, para hacer que este sea más fácil de implementar en todo Chile y Latinoamérica”.

Junto con ello, comenta que “al ser una empresa con un gran componente de I+D, nos encontramos con varios proyectos en carpeta. Desde el desarrollo de un taxibus eléctrico 100% nuevo hecho en Chile pensado para las regiones del país, hasta proyectos para implementar la electromovilidad en la minería, pasando por la conversión diésel a eléctricos de otros vehículos de transporte de pasajeros o carga”.

Tareas pendientes

Catalina Misleh explica que el trabajo de Reborn Electric “siempre ha estado enfocado en impulsar la electromovilidad, ya que conocemos internamente los beneficios que esta representa para el planeta en estos momentos de emergencia climática”.

“Creemos que el país completo quiere impulsar la electromovilidad lo más posible junto a una matriz energética 100% renovable, pero nos encontramos en el proceso de transición, donde existen varias dudas de cómo se podrá llegar a esta meta. Todavía existen algunos temores al respecto de la autonomía y de la vida útil de las baterías, ya que existe poca experiencia en el tiempo sobre el funcionamiento, además como el costo de inversión es considerable, el proceso se vuelve más lento. Encontramos que todavía falta un impulso mayor por parte de las autoridades pertinentes, para potenciar esta nueva tecnología desde distintas parte”, asevera la jefa de Estudios de Reborn Electric.

En ese contexto, considera que la principal dificultad que presenta la electromovilidad “es toda la infraestructura que se debe instalar en un principio, para poder cargar los vehículos. Los usuarios necesitan saber que para donde vayan van a poder cargar sus vehículos, para que no generen ansiedad y el producto tenga una mayor aceptación. Todo esto representa una coordinación entre autoridades, privados y distribuidores de energía, lo cual puede tomar su tiempo si no se maneja de forma adecuada”.

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Otra dificultad que visualizan “es la falta de capital humano especializado, que conozca bien esta tecnología. Por ejemplo, los mecánicos para hacer las mantenciones o arreglar los desperfectos tienen que tener un conocimiento específico, o los encargados de los accidentes como Bomberos y Carabineros, también tienen que tener un conocimiento específico para poder ayudar en estas situaciones de riesgo para que no se vuelvan más críticas”.

Por último, “se requiere todo un marco legal que acompañe esta modernización de la tecnología, para fiscalizar la entrada de los nuevos vehículos y su operación dentro del país”, menciona la especialista.