La compañía multinacional de origen alemán, Bosch, compró el 50% que le faltaba para adquirir la totalidad de EM-Motive, la fábrica de motores eléctricos que creó en 2011 como una empresa conjunta con Daimler.

Hasta ahora, las autoridades antimonopolio analizan la adquisición de las acciones. Mientras, los socios no han querido revelar los montos de compra ni más detalles de la adquisición.

Desde su creación, EM-Motive ha fabricado unos 450.000 motores eléctricos, vendidos principalmente a marcas como Daimler, Fiat, Peugeot, Volvo y StreetScooter, entre otros.

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“La adquisición completa de EM-Motive es para Bosch el siguiente paso lógico en el camino para convertirse en el líder del mercado de la electromovilidad. Es una oportunidad para ampliar más nuestra presencia”, afirmó Stefan Hartung, miembro del consejo de Administración de Bosch.

Para ello, la compañía ampliará la fábrica de Hildesheim, en Alemania, con el objetivo de satisfacer la demanda.

Desde Bosch afirman que el motor es un componente clave en el tren motriz eléctrico; cuanto más eficiente funciona, menos energía consume, lo que no solo significa mayor alcance, sino también costos operativos significativamente más bajos. Incluso ahora, el negocio de la electromovilidad está creciendo rápidamente y, a más tardar a principios de la próxima década, se habrá convertido en un mercado masivo.