Sector transporte incrementaría demanda anual de litio en 34% por los próximos cinco años

La demanda en el segmento de baterías para transporte alcanzaría las 298.000 toneladas (LCE) en 2022.


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La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) dio a conocer el Informe “Mercado internacional del litio y su potencial en Chile”, en el que se analiza el dinamismo en torno a este mineral, considerando los sectores productivos que están impulsando su demanda y las opciones que el país posee para ser parte de su desarrollo.

Es así como en el documento se destaca que la demanda de litio alcanzó las 221.000 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE) en el año 2017 (Servicio Geológico de Estados Unidos, 2018). Sin embargo, se espera que en 2018 alcance las 275.000 y en los siguientes cinco años se incremente a 505.000 toneladas, de acuerdo a las proyecciones de Cochilco.

Proyección de demanda a 2022

En ese contexto, se resalta que el mayor crecimiento de la demanda estará en el segmento de baterías para transporte: vehículos eléctricos a batería (BEV), vehículos híbridos enchufables (PHEV); vehículos híbridos (HEV), ebus y ebike; el cual anotaría 103.000 toneladas de LCE en 2018 y 298.000 toneladas en 2022, lo que refleja la importancia del desarrollo de la electromovilidad en la demanda de litio.

Oferta y demanda

Las previsiones de crecimiento compuesto anual de la demanda se estiman actualmente en 16% para los próximos cinco años, frente a los pronósticos anteriores que se situaban entre el 9% y 13%.

Desde Cochilco destacan que estas proyecciones de oferta y demanda generarían un superávit en el mercado para el período 2018 – 2022, lo que afectaría los precios. Si bien se estima un leve superávit de 5.200 toneladas de LCE para el 2018, este evidenciaría una tendencia creciente hasta anotar las 200.000 toneladas en 2022.

Es así como las proyecciones indican un crecimiento anual de la demanda por los próximos cinco años para baterías recargables para el sector transporte de 34%, mientras que los sectores de  aplicaciones industriales y de baterías para dispositivos electrónicos evidenciarían crecimientos moderados, de 3% y 5%, respectivamente.

Estimaciones de crecimiento anual compuesto de demanda por sector en cinco años

En cuanto al aumento en el consumo de litio de los sistemas de almacenamiento de energía, aún no se visualiza su real demanda, la que se reflejará en los próximos 5 años.

En cuanto a estimaciones de la participación por consumo final de litio a 2022, se prevé que la demanda para baterías alcance un 70% del total, casi duplicando la participación actual del 46%.

Participación futura de la demanda de baterías

Manufactura del litio en Chile

En el informe de Cochilco se consigna que el alza que tendrá el consumo de litio gracias al dinamismo que presenta electromovilidad en el presente, y que se espera tenga un nuevo impulso en los próximos cinco años con la masificación de los sistemas de almacenamiento de energía, dará la oportunidad para desarrollar localmente este sector con proyectos productivos y al mismo tiempo avanzar en la cadena de valor.

En ese contexto, se destaca que la política de Corfo de fomentar la manufactura de litio a través de la producción de cátodos fue un paso importante para potenciar las expectativas de aporte de valor agregado que se espera de este recurso.

Junto con ello, se hace advierte que “la investigación en el campo de las baterías es creciente y vertiginosa por lo que se desconoce cuánto tiempo podría durar la tecnología de las baterías ion litio y el mix de demanda puede cambiar como está sucediendo actualmente, pasando el consumo desde el carbonato al hidróxido, por lo  que es importante su explotación sin paradigmas”.

Junto con ello, se menciona que “existen países con gran cantidad de recursos de litio que no pueden explotarlo por su contenido de impurezas u otros factores de índole técnico/económico, pero que con nuevos métodos podrían hacerlo en el mediano plazo, lo que generaría nuevos competidores, ajustando a la baja los precios”.

Ante este escenario, se considera que “el compromiso con la inversión en entidades y universidades regionales en el norte del país focalizadas en investigación y desarrollo es una variable que debe fortalecerse para aumentar el estándar de sostenibilidad de esta industria”.