Vehículos eléctricos: China acelera el paso

El gigante asiático está impulsando desde el más alto nivel su revolución en torno a la electromovilidad.


Compartir:

La gigante china JAC Motors produce paralelamente autos de combustión y eléctricos. Estos últimos todavía son el trozo pequeño de la torta, pero gracias a una alianza con Volkswagen se prevé a que a partir de 2019 se triplicará la manufactura de eléctricos.

Lo anterior no es solo fruto de un buen acuerdo entre dos automotoras. En pleno desarrollo de la llamada “Guerra Comercial” entre Estados Unidos y China, el gigante asiático ha apostado por desafiar al país norteamericano como productor de automóviles. Pero lo hará en un  nuevo campo de juego y con nuevas reglas: la apuesta por el auto eléctrico.

Las autoridades de Beijing han orientado sus esfuerzos para que el futuro de su industria automovilística sea eléctrico. Y han tomado medidas para asegurarse: a partir de 2019, cualquiera que produzca o importe en China más de 30.000 vehículos deberá tener una cuota en que al menos un 10% de estos sean eléctricos o híbridos enchufables. Esta cifra subirá a un 12% en 2020.

Los productores locales están mejor posicionados. Por ejemplo, la estatal JAC Motors (que tiene activa presencia de sus autos en Chile), lleva años produciendo vehículos eléctricos. En el caso de los extranjeros, las opciones son limitadas: para fabricar en territorio chino deberán a crear una compañía conjunta con un local. La estrategia apunta  a compartir tecnologías, conocimientos y beneficios. Pero si no producen dentro del país y aunque sí los exporten allí, cargarán con un arancel del 25%.

El interés alemán en China

Volkswagen ha decidido invertir 10.000 millones de euros hasta 2025 para desarrollar y producir, junto a JAC Motors, 40 nuevos modelos eléctricos dirigidos al mercado interno.

Wang Dongsheng, subdirector general de este fabricante chino, ha adelantado que el  primero modelo del joint venture será “un deportivo utilitario que costará menos de 25.000 euros”. Ambas compañías abrirán una fábrica el próximo año.

Daimler, Toyota, Renault-Nissan, BMW o General Motors han anunciado planes similares para multiplicar su producción de vehículos eléctricos en China.

Política pública

China está impulsando desde el más alto nivel su revolución en torno al vehículo eléctrico: la macroapuesta dice que  confían en que serán competitivos dentro de un par de años a medida que se expanda la infraestructura de carga y disminuya el costo de elaboración de las baterías.  Sobre el primer punto, el país está invirtiendo poco menos de US$4.000 en los próximos dos años para construir nuevas estaciones que se sumen a las más de 171.000 existentes.

Y sobre las baterías, los fabricantes chinos invierten centenares de millones en I+D y en adquisiciones de empresas mineras en Australia, Sudamérica y África para asegurarse el suministro de litio y el cobalto, imprescindibles para las baterías. Conocido es el caso de Tianqi y sus movimientos para entrar en el gigante no metálico chileno, SQM.