Las acciones de Enel X para impulsar la electrificación del transporte público

Junto con la ciudad de Santiago, la empresa tiene en la mira a otras capitales regionales.


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Un 80% de avance presenta el Electroterminal, ubicado en la comuna de Peñalolén, de la empresa Metbus, operadora del Transantiago, el cual se ubica en la comuna de Peñalolén, instalaciones donde se cargarán los 100 buses eléctricos que llegarán en las próximas semanas a Chile, y que operarán en la Región Metropolitana a partir de una alianza que suscribieron con Enel X, filial de servicios comerciales de la eléctrica italiana, y la fabricante china de vehículos BYD.

Este Electroterminal posee 63 puntos de carga, construidos por Enel X, que funcionarán gracias a que 11 de los estacionamientos tendrán paneles fotovoltaicos, que generarán energía eléctrica para la operación de los buses y el terminal. Además, contará con controles de gestión de carga inteligente para optimizar el consumo energético de los buses.

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A ello se sumará otra instalación en la comuna de Maipú, con 37 de puntos de carga, según información proporcionada por la compañía distribuidora, lo que es parte de las diversas acciones que empresa eléctrica está desarrollando en el país, con miras a la consolidación de la electromovilidad.

La compra de los buses -que Enel le entregará a Metbus en modalidad de leasing – y la habilitación de toda la infraestructura de carga nocturna (provista por BYD) y de red le implicó a la italiana una inversión de US$40 millones, monto que se incrementaría en la medida en que avancen las negociaciones con la autoridad para hacer 100% eléctrico el corredor de avenida Grecia, que es por donde circulará la flota de buses de Metbus que iniciará la operación en régimen el próximo 15 de diciembre. Esto implicaría sumar 150 máquinas adicionales, para totalizar 250 en esa arteria.

Ampliar la cobertura

La estrategia de la empresa eléctrica no se limita a la capital chilena, donde operará la primera flota de 100 buses eléctricos.

Es así como se prepara para extender estos servicios a otras regiones e incluso a parte del Cono Sur, desarrollando, además, nueva tecnología.

Tal es el caso de la Región del Biobío, donde buscan introducir buses y también llegar al segmento de taxis colectivos.

En agosto pusieron en servicio un bus de la marca BYD, que ofrece un recorrido turístico gratuito en Concepción, y también habilitaron puntos de carga en zonas estratégicas de la ciudad, como una forma de replicar el modelo de demostración que utilizaron en la Región Metropolitana. Todo esto, con miras a la licitación para renovar algunos recorridos en esa zona, que está programada para 2019 .

Además, debido a que los taxis colectivos son el medio de transporte que predomina en ciudades como Chillán o Los Ángeles, se están contactando con las cooperativas del rubro, para brindarles asesoría en el proceso de postulación para acceder a recursos del Fondo Espejo del Transantiago y a financiamiento bancario. Lo anterior dado que un auto de este tipo puede costar del orden de $20 millones, una inversión que se recupera en un plazo relativamente corto, considerando el uso intensivo que les dan estos transportistas, con un promedio de 32.000 kilómetros recorridos por año. Una vez que este mecanismo de alianza público-privada sea validado, la idea es extenderlo a ciudades como La Serena y Antofagasta, donde esta forma de transporte es representativa.

Con la mira en la carretera

A los planes que la eléctrica italiana realiza en el área urbana, se suma una estrategia orientada a habilitar cargadores en puntos intermedios, es decir, en carreteras. Para ello acaban de firmar un acuerdo con Enex, filial del grupo Luksic que opera las estaciones de servicio Shell, para instalar estos dispositivos entre las Regiones de Valparaíso (Maitencillo) y del Biobío.

Junto con ello, un componente relevante será el desarrollo tecnológico. Es así como en las próximas semanas instalarían en Chile el primer cargador rápido para buses de Latinoamérica, que reduce el tiempo de conexión de 3,5 horas a 10 minutos, permitiendo hacer una mejor programación de la logística de demanda eléctrica de estos recintos.

El objetivo es instalar estos dispositivos -que requieren un espacio menor- en las zonas pagas que la eléctrica está impulsando como un negocio paralelo, donde con un concepto similar al de una estación de metro (con torniquetes que reduzcan la evasión). Además de energía para los buses, van a ofrecer otros servicios como custodia de bicicletas, comercio, visualización de cámaras y otros, que ayuden a autofinanciar esta instalación, que tiene un costo en torno a los US$500 mil.

El convenio inicial suscrito con el Ministerio de Transportes consideraba habilitar diez de estos paraderos, pero recientemente el acuerdo se amplió a 40 puntos.

Para acompañar este proceso de electrificación del transporte se requiere adaptar la red eléctrica para responder al mayor requerimiento de potencia. El abastecimiento de los primeros cien buses que esta semana llegan a la capital es similar al que se requiere, por ejemplo, para el funcionamiento de dos edificios de oficinas. Considerando que el número de máquinas podría incrementarse y llegar a nuevas zonas de la ciudad, Enel X ya tiene identificados del orden de 20 puntos de Santiago que podrían llegar a ser electroterminales. Con estos datos, la firma está planificando esos crecimientos futuros.

Oportunidades en Transantiago

Para cumplir con las metas de reducción de emisiones comprometidas por Chile, una alternativa es la electrificación significativa del sistema de transporte capitalino, señalan en el Ministerio de Energía.

Este 2018 culminará con cerca de 200 buses eléctricos circulando por la capital, señala Fernando Saka, jefe de la Dirección de Transporte Público Metropolitano (DTPM), considerando los 100 de Enel X, que llegan para Metbus, y 25 para STP, mientras otros 75 son de Engie para Buses Vule. La estimación es que la nueva licitación de este sistema considere al menos 500 nuevas unidades.

Sin embargo, la inversión por unidad es vista como el impedimento para la masificación de los buses eléctricos.

Tamara Berríos, country manager de BYD en Chile, ha señalado a El Mercurio que el precio de sus buses está entre US$330 mil y US$360 mil (unos $223 millones a $244 millones) más IVA. “Los precios han ido a la baja”, añade la ejecutiva, ya que hace tres años, “el bus costaba US$ 480 mil más IVA”.