Mercado del litio: desafíos y oportunidades

Con una demanda que podría cuadruplicarse en los próximos diez años, impulsada principalmente por la electromovilidad, Chile tiene el desafío de consolidar su posición y avanzar en la cadena de valor.


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Más allá de las restricciones regulatorias existentes en Chile para la explotación del litio (Li), el interés en torno a este mineral y su mercado sigue muy presente. Teniendo nuestro país prácticamente la mitad de las reservas estimadas en  el mundo, su producción es actualmente superada por la de Australia, previéndose incluso que esa brecha se ampliará hacia 2022.

De acuerdo con Daniel Jiménez, vicepresidente comercial de Yodo, Litio y Químicos Industriales de SQM, hoy Chile representa el 37% de un mercado que mueve 212.000 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE), mientras Australia maneja el 38%. Prevé que esos porcentajes variarán a 30% y 46% respectivamente al cabo de cuatro años más, cuando se proyecta una oferta total de 735.000 ton de LCE.

Esto, en un escenario donde la demanda se ha más que duplicado en la última década, pasando de 89.000 toneladas de LCE en 2007 a 212.000 ton en 2017, incremento que se explica fundamentalmente por las tecnologías de almacenamiento de energía, en particular, las baterías.

Del mismo modo, de acuerdo con el ejecutivo de SQM, se prevé que el consumo mundial de carbonato de litio aumente a una cifra cercana a 900.000 ton hacia 2027. “Ello significa una tasa de crecimiento de 15% anual”, subrayó Jiménez, en el marco del Foro del Litio 2018, organizado por TechnoPress del Grupo Editorial Editec, ante una audiencia de unas 250 personas.

La misma trayectoria para la demanda futura de litio pronosticó el subsecretario de Minería, Pablo Terrazas, quien planteó el desafío de recuperar el liderazgo de Chile en esta industria, “lo que depende del sector público y privado”, subrayó.

Según la autoridad, Chile debiera triplicar su producción en cinco años, “alcanzando las 250.000 toneladas de carbonato de litio (en 2022)”.

Impulso de la electromovilidad

Estimaciones realizadas por CRU Group dan cuenta que entre 2020 y 2025 comenzaría el despegue de la demanda mundial de litio impulsada por la electromovilidad, con un un aumento del 60% en ese periodo, sostuvo Víctor Rodríguez, head South América de la consultora internacional.

Para el ejecutivo, uno de los principales factores que impulsarán este incremento será la regulación para adaptar más rápido la tecnología asociada a los vehículos eléctricos, especialmente en Estados Unidos, Europa y China, “donde se están retirando los subsidios”, observó.

Rodríguez planteó, además, que se debe considerar que a 2040 “la mitad de los automóviles que se fabricarán van a ser vehículos eléctricos”. Añadió que esto impactará en el mercado de las baterías, siendo las elaboradas con hidróxido de litio “la forma predominante, en vez del carbonato de litio como vemos hoy, lo que tendrá implicancias muy fuertes en la parte de la oferta”, indicó.

En la misma línea, Daniela Desormeaux, gerenta general de SignumBox, hizo ver que el segmento de baterías –una industria que maneja US$20.000 millones– llegó a representar el 46% de la demanda mundial de Li en 2017, previéndose que en 20 años más significará el 80% del consumo total del mineral.

Según la especialista, incluso en caso que la electrificación del transporte fracasara o no tuviera el desarrollo esperado, la demanda de litio crecería a razón de 4-6% al año. Asimismo, postuló que entre 2025 y 2030 el costo de operar un vehículo eléctrico será equiparable al de combustión interna.

Sobre la cadena de valor del litio, Desormeaux sostuvo que hoy esta industria está valorada en alrededor de US$2.000 millones como materia prima, y si se pasa al material activo del cátodo, la suma se eleva a US$5.000-6.000 millones, mientras que la fabricación de autos eléctricos puede significar un valor de US$120.000-150.000 millones. “Llegar al ensamblaje de baterías o la electrificación del transporte es algo que, en mi opinión, no se justifica”, dijo la especialista en referencia a Chile. “El foco tiene que estar en avanzar en material de cátodos y también el reciclaje”, afirmó, agregando respecto de este último que la tecnología existe y será una nueva fuente de litio.

Argentina avanza y Perú aparece

Argentina es uno de los países con mayores reservas de litio del mundo, y como tal, está compitiendo fuertemente en desarrollar esta actividad, a través de diferentes inversiones en curso. “Tenemos proyectos en 23 salares, de los cuales dos están en producción, alcanzando 30.000 toneladas anuales. Además, hay un proyecto en construcción, 14 en etapa de factibilidad o exploración avanzada y hay más de 40 en estado de temprana exploración, entre los que se encuentran seis proyectos en las provincias de San Luis, Córdoba y La Rioja”, informó la secretaria de Política Minera de la vecina nación, Carolina Sánchez, quien también participó en esta versión del Foro del Litio.

Desde Perú, en tanto, Ulises Solís, gerente general de Macusani Yellowcake, subsidaria de Plateau Energy Perú, reveló que en las exploraciones de uranio que han estado realizando desde 2005 a la fecha, “siempre ha habido contenido de litio, algo que nos esperábamos encontrar”. Este hallazgo forma parte del proyecto Fachali, el cual sería el mayor yacimiento de litio y uranio no explotado en el mundo. “Es una mina, no un salar. Ahí se tiene que trabajar a rajo abierto. Y lo que hemos encontrado es litio de alta ley”, precisó.

“Hemos calculado, al primer trimestre de 2018, que hemos llegado a 2,43 millones de toneladas de carbonato de litio equivalente como recursos y el plan de la empresa es el próximo año convertir estos recursos en reservas”, puntualizó.

Con todo, una de las dificultades que deberá enfrentar este proyecto es la falta de regulación en Perú respecto de la explotación de uranio, para lo cual la empresa está en conversaciones con el Gobierno, de manera de avanzar en los permisos.

El potencial del cobalto

“Para Chile es muy relevante volver a producir cobalto”, afirmó Ignacio Moreno, gerente de Chilean Cobalt Corporation, durante su intervención en el Foro del Litio 2018. A su juicio, este mineral junto con el litio y el cobre, convertirán al país en un actor muy importante en la producción de materiales para la electromovilidad.

De acuerdo con el ejecutivo, el mercado del cobalto podría por lo menos triplicar su tamaño en los próximos cinco años y llegar a 500.000 toneladas en una década. La principal amenaza para su desarrollo, acotó, es que la oferta no pueda satisfacer la demanda.

Moreno recordó que Chile producía cobalto, pero dejó de hacerlo en 1944. “Estimo que estaremos volviendo a producir en unos cinco años”, dijo al referirse al proyecto de Chilean Cobalt. Se trataría de una mina pequeña en cuanto a recursos, pero con leyes muy superiores a nivel mundial, sobre la cual las expectativas de producción ascienden a 2.000-3.000 ton al año.